viernes, 3 de octubre de 2008

sí, soy como un tango...

y un día, no me preguntes cómo; me levanté del piso, me miré en un espejo y me dije a mi misma: chan - chán!
y así, como terminan la gran mayoría de los tangos, este para mí...había terminado y ya estaba lista, mas que deseosa, de no volver a cantarlo, ni bailarlo ni tocarlo.



esa noche, yo había llegado al bar, dispuesta a no llorar, a no llorarlo.
había llegado dispuesta a inundarme de champán, a vivir un frenesí.
llegué con una amiga, nos sentamos en la barra y antes de pedir, miré a mis alrededores, tratando que en mi ojos transparentes no se note mi alma desauseada...
mi amiga Ale, me había rescatado del que sería mi último escape y aunque ella nunca me lo dijo...la que gritaba y se indignaba era siempre yo.

no es fácil ser amante, no es fácil vivir siempre escondiéndose cuando el corazón no sabe de estrategias.
y esta vez, había salido mal, muy mal...tan mal que fue la primera y única vez que fuimos protagonistas.
acaso mi amor por el, no era siquiera un actor de reparto en la película que el siempre quiso protagonizar y yo accedí sabiendo, que sería la única vez que una protagonista esté detrás de bambalinas...

pero esta no es una cuestión de historias, es un tango.
sí, soy como un tango...
que tiene nostalgia, dolor, sufrimiento, deseo, pasión y pena,
que se revive en la melodía aunque no se sepa la letra.
que se tararea, porque cuesta al decirse, las letras de los tangos pesan...pesan al decirse.

El Sr.Perez y yo, tuvimos una relación de amantes durante 3 años, cuando el era soltero y cuando yo era soltera, no eramos ni el preludio de la música que antecede el comienzo de mi tango.

yo, no fuí infiel a nadie ni nada...me fuí arruinando de a poco, convirtiéndome en una estratega para no sufrir, tratando siempre de salir airosa...proponiéndome no quedar expuesta, construí una coraza impenetrable, entonces hombres muy valientes quisieron conocer a la mujer de la coraza, mas no a la mujer del tango...

entonces, los tres...nos miramos, yo me vestí (el...estaba desnudo, de cuerpo y alma) su mujer, hablaba en tono fuerte, pero era constante no dejaba huecos para que ni el ni yo hiciéramos intervenciones.
yo no quiera intervenir, no tenía nada que decirle a ella, ni decirle a el...te amo, se lo había dicho la primera vez...
el estaba sentado en la cama y las sábanas estaban húmedas, fueron muchas horas en las estuvimos revolcándonos y transpiramos.
ahora, un tiempo después pienso que esa tarde/noche tuvimos sexo como pocas veces había sido...lo hicimos recorriendo todos los espacios de su casa...
el intentó decirle que hablarían mejor cuando yo ya me hubiese ido...y yo...lista para irme de una vez y para siempre...grite, mirando al techo...sacando afuera la ira, gritando como esa tarde cuando en el baño tuvimos también sexo.
ella enmudeció con mi grito y escuché un susurro cuando abrí la puerta y salí a paso ligero, no cerré la puerta, acaso fué una forma de que hasta el final de que yo saliera del edificio me escucharan.
los tenían que escucharme ir y yo, en vez de tomar el ascensor...bajé corriendo por las escaleras, pisos y pisos hasta que en ese vértigo, el último que yo quería...me caí, me golpeé, me lastime mucho y me quedé llorando unas horas en el cuartito del 3º piso donde los vecinos depositan la basura...
aunque en ese momento no había bolsas de basura el olor es parte de esa pequeña habitación, la luz del palier no se prendió por un tiempo y yo no oí mas nada por mucho tiempo, ni siquiera escuché mi llanto.
se que escuché el acercamiento del ascensor a ese piso, me paré, hice como que acomodaba algo en el "cuartito de la basura" y tomé el ascensor hasta que pude salir del todo del edificio.

caminé, como pude, en la caída por las escaleras o el apuro por vestirme, las medias se me rompieron y algunas personas aunque era de noche vieron esa desprolijidad...

ahí sentí, ahí en el "cuartito de la basura" que dejaba la coraza.

pero la dejaba en todo sentido...entonces, llamé a mi amiga Ale, lo primero que le dije fué: res - ca - ta - me

y ella dijo: yo no te puedo rescatar, te puedo acompañar...

y nos acompañamos en este bar, nos acompañamos con champán, nos acompañamos mirando juntas desde la barra a otros dos hombres.


antes de compartir con ellos dos también la conquista a fuerza de dolor, me puse unas gotas de champán detrás de las orejas, en el escote y en las muñecas...no tenía olor a perfume, tenía olor a basura...

otra vez mas, martini con aceituna, manhatan con besos, champán en el cuerpo.


fuí al baño, me encontré con otras conocidas amigas que también frecuentan ese bar y que me ayudaron a no desvanecerme...

buscaron a mi amiga afuera en la barra con los dos nuevos hombres de la noche, ella vino y me acompañó un tiempo en ese estado triste...ahogado.

al tiempo salió a hacer una digna despedida de dos damas de la noche.

y a las 7 am, evitando que vuelva el olor a basura a mi ropa, me paré ya sin mis tacos en lo piés sino en la mano...
ví a mi amiga desde el baño, que se tomaba un café doble en la barra, tratando que su amistoso diálogo distraiga de mi desavenencia en el baño.

salí caminando con el poco aire de diva que me quedaba...no saludé, no le dije nada a mi amiga, ella vino tras mis pasos y durante unas cuadras no nos hablamos, nos miramos a través de algunas vidrieras, alguien nos gritó de una cuadra a la otra...nos reímos y empezamos a hablar de cualquier cosa...

ya en mi casa, ella se recostó en el sillón del living, yo me bañé...
y cuando se apagó el ruido de la lluvia de la ducha y yo tardé en salir...ella se acercó a ver qué pasaba luego de unos minutos y me vió con la toalla, peinándome y sobre todo mirándome frente al espejo...

me miré...mucho tiempo...los ojos se me llenaron de lágrimas, no lloré...
me imnotizé...
pero mis ojos celestes ya no eran un mar peligroso, con olas vertiginosas...eran tranquilos lagos del sur que se disponían a descansar...

nos sentamos en el piso del baño y charlamos por un largo rato...ya no permití que ella me diera su tiempo para que yo me apoyara...gracias! fué mucho!

cerré la puerta, volví al baño...me volví a mirar, y me ví...y de fondo escuché: cha - chán!
y este tango, querída mía!!! se me ha terminado...me lo dije...mirándome, convenciendome y un poco riéndome...
¿yo? sí, soy una muy buena primera opción para ser segunda.

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