martes, 10 de febrero de 2009

la humedad de aquí...y la de allá...

hasta que caen las primeras gotas...se tarda...
el cielo tarda...
después, fluye...
y lo que eran gotas...ahora son una terrible tormenta...
amé y odié en esta vida las tormentas de verano...
pero, de un tiempo a esta parte...comparación mediante, las acepté...

antes de la lluvia de verano...hay muchisíma humedad...
densidad en el ambiente, el aire no se respira, se siente sofocada...
y no puedo con mi misma...con mi pasión por el sexo...
y siento a las lluvias de verano como las sesiones de sexo desenfrenado
la humedad de aquí... y la de allá...
antes de el acto sexual, hay densidad en el ambiente...si los cuerpos se desean...o no...
no es lo mismo "cogerse" con ganas, que hacerlo por aburrido...
no es lo mismo esa lluvia que sólo sirve para ensuciar los vidros...que una buena lluvia que te lava la vereda...

y las humedades están...
debajo de las uñas hay humedad...
atrás de mi cuello...
en tu espalda...
y pronto...no hay aire, nadie respira, sin aliento, se conectan...
y con la penetración a fricción, se oxigenan los cuerpos...no necesitan de aire...necesitan de sexo para vivir...
cuando, la lluvia va perdiendo fuerza...siento una bocanada de viento...
me despeinaste...pero no fué con los dedos de tu mano...fue cuando me trabaste los brazos para que no me mueva...te di la espalda...y nos seguimos bajo la lluvia...

la humedad de aquí desaparece...la humedad de allá persiste...mientras tanto...arriba de esta cama

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